top of page

13- PISMO BEACH

Sabíamos que Pismo Beach era la única playa de la costa de California donde estaba permitido dormir, asique no lo dudamos y cuando estabamos por la zona hacia allá nos dirigimos. Llegamos a eso de las 5 de la tarde y la mujer de la entrada nos dijo que había que entrar a la playa con marea baja, para de este modo ir bien cerca de la orilla donde la arena estaba bien chata y dura y así evitar quedarse enterrado. Le preguntamos cómo estaba en ese momento la marea y nos dijo: “subiendo”. Lo dudamos por un instante pero ya estabamos ahi y no queríamos esperar hasta el dia siguiente asi que haciendo caso omiso de las sugerencias de la señora que nos decía que el bus era muy pesado y que nos íbamos a enterrar, decidimos intentarlo.


Entramos y automáticamente los dos sentimos esa sensación indescriptible que solo alguien que disfruta de los roadtrips puede entender: íbamos manejando sobre la arena, con el mar a un lado y el atardecer haciendo su magia, las gaviotas revoloteando y música sonando dentro del bus, no necesitábamos nada más.


Íbamos confiados en que el bus se la iba a bancar. La playa es larguisima, y la señora de la entrada nos había indicado dónde podríamos estacionarnos: de la mitad en adelante. Por unos minutos creímos tener la situación dominada. Cada tanto nos tocaba pasar por una huella de arena un poco profunda pero veníamos bien. Hasta que de golpe llegamos a una parte donde solo había arena profunda. Nos miramos nerviosos y seguimos andando, hasta que de pronto el bus no pudo mas y se enterró.


Bajamos para comenzar a hacer pozos a los costados de las ruedas y ver si de este modo avanzabamos, pero era tanta la arena que solo lográbamos enterrarnos más. Al principio no nos preocupamos mucho, pero cuando el agua comenzó a subir hasta que casi tocaba las ruedas nos empezamos a inquietar. Sabíamos cómo el agua de mar podía llegar a arruinar y resentir la mecánica del bus en caso de llegar a tocar la “panza”.


Comenzamos a buscar unas maderas que teníamos debajo de la cama, para ver si podíamos utilizarlas a modo de rampa pero no funcionó. De pronto una camioneta 4x4 frenó a un costado y nos ofreció tirarnos, pero el problema es que no teníamos soga. “El slackline!” se le ocurrió a Marcos (aquella soga bien gruesa que se ata de un árbol a otro y se utiliza para caminar sobre ella y hacer equilibrio). Rápidamente entré a buscarlo.


Atamos un extremo del slackline a nuestro guarda barros y el otro al de la camioneta. Cuando ésta puso en marcha el motor solo logró movernos unos centímetros. Eramos muy pesados y estábamos bien enterrados. asi que la camioneta decidió salir a buscar apoyo.


El agua cada vez crecia mas, ya tocaba las ruedas del lateral derecho y a la par crecía nuestro nerviosismo. De pronto dos camionetas enormes con ruedas gigantes frenaron a un costado a ofrecernos ayuda. Atamos el Slackline a una de ellas y en menos de 3 minutos nos sacó del pozo en el que estábamos y nos depositó unos cuantos metros más atrás.



No sabíamos si estaba permitido que durmamos en esa zona, pero no pensábamos seguir avanzando. Obviamente en el instante que nos dejaron ahí nos volvimos a enterrar, pero esta vez no habia problema, el agua no llegaría hasta allí, y no planeábamos irnos hasta dentro de unos dias asique simplemente nos relajamos y gozamos de estar con nuestra casa sobre ruedas durmiendo por primera vez sobre la arena.


Pasamos en ese mismo lugar 5 dias espectaculares. Estuvo nublado, frío y ventoso, pero a nosotros nadie nos sacaba la felicidad de estar acostados en la cama tapados hasta el cuello, tomando un café, con las cortinas levantadas viendo el mar. Y de noche una comida calentita y un fogón. No necesitábamos nada más.


A los 5 dias nos quedamos sin agua potable y sin agua para bañarnos, asique decidimos salir. En esta ocasión ya sabiamos como actuar. Esperamos a que baje la marea, luego yo me paré en la orilla y frené a la primer 4x4 que pasó. Le atamos nuestro Slackline y nos acarreó hasta la orilla, donde la arena estaba plana y pudimos salir sin problemas.




You Might Also Like:

PANAMERICAN

BUS

bottom of page